domingo, 14 de julio de 2013

No more tears




Pestañas que no cumplen los sueños prometidos, caladas que no inspiran confianza, miedos a la incertidumbre de la lejanía.
Mirar al cielo y dar gracias por este regalo, porque son las pequeñas cosas las que hacen feliz. 
Un beso en la comisura de los labios.
Una caricia en la palma de la mano.
Una pequeña foto, que guarda un gran momento.
Una mirada que expresa tanto.

Todo lo grande de esta vida viene guardado en pequeñas cajas, la felicidad no viene de golpe, sino que te llega en pequeñas dosis de éxtasis. 

Partimos de la oscura nada a un vacío lleno de soledad. 
La melodía de las lágrimas al chocar contra la almohada.
El eco de nuestros sollozos acurrucados en una cama.
El sonido punzante del recuerdo de sus gemidos, de sus pisadas.

Y todo empieza y termina en la nada, esa que invade y secuestra nuestras almas, que escribe los silencios y desquebraja las miradas.
Ese momento que cambia el rumbo de sus huellas...de nuestras pisadas.


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