sábado, 30 de mayo de 2015

Día 4.

Los días de lluvia me recordaban a ti, 
a películas vistas en una vida inacabada, al sonido del susurro de cada palabra.
Cada gota simulaba una triste metáfora de nuestra vida,
un dulce tintineo de lo que nunca sería.

Y esto no termina, se hace cada día más fuerte,
le quitas el sentido a todos mis sinsentidos.
Hemos convertido los "te echo de menos" en la mejor forma
de decirnos...te quiero. 

Y sin quererlo ya no quería dejarte de querer.

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