sábado, 23 de enero de 2016

Relojes y tiempo.

https://www.youtube.com/watch?v=sp1UgS044cA

Ella quería que él le soltara el pelo, que enredara sus dedos, que buceara en sus bucles.
Ella quería besar su aroma, respirar su cuello.
Ella quería reptar distancias, ahogar esperanzas.

No había mayor cárcel que su mente, mayores barrotes que sus responsabilidades.
Él era la mano que podía abrir la jaula, el padre de una libertad ansiada.
Él era inspiración y verdugo, 
ella tren y estación.
Él lluvia y cielos grises,
ella noches sin luna,
él piano sin canción. 
 Ella bosque sin hojas,
él primavera sin pasión.

El tiempo, juez y captor,
todo demasiado tardó.
Se retrasaron los besos, los momentos, los recuerdos, los sueños, las canciones.

Ella terminó, él sentenció.
La tinta desbordó el papel y lloró,
los besos quedaron en suspensión, los polvos pactados sucumbieron
a la locura de una vida distinta, en unos labios distintos, en una cabeza distinta.

El tiempo ajustició, reloj muerto declaró.