martes, 30 de abril de 2013

Parpadeos hiperrealistas







Visiones de un mundo el cual no me pertenece, revoloteos de mariposas muertas.
Una hoja que se oculta en cada suspiro, en cada parpadeo de lince, en cada rugido del alma.
Barrotes rotos, llaves perdidas y mundos destruídos.
Sentimientos encontrados en el fondo de una botella rota, en una copa medio vacía, en un cuerpo medio muerto.
El corazón se flagela con los flechazos del enemigo, mis ojos perduran ante la mirada del tiempo perdido.
Sigo esperando una respuesta, una respuesta que se postre ante los pies de las preguntas, que intenten resolver los acertijos de las dudas, que enemenden los errores futuros y los sueños pasados.
Sólo escucho el cantar de mil batallas, los gemidos de mil camas, las esperanzas de cachorros abandonados a la suerte de la desdicha.
No puedo parar de caminar, en este círculo vicioso de una visión a medio terminar, sin derramar lágrimas o lamentos regalados al presente. 
Malditas las horas que fueron asesinadas por ese calendario suicida, aliado del tiempo.
Hace años que la espada se postró en el seno de aquella mujer desnuda y perdonada, maltratada por la efímera juventud y la tardía llegada de la esperanza.
Pensamientos que inculcan la fuerza a mi inteligencia, puños cerrados y el grito en los labios, reclamando la sensatez de la paz y lo salvaje de la batalla ganada.
Sin mediar palabra con la sangre perdondada, sin mediar parpadeos con las almas castigadas, sin esperar nada a cambio de esta vida regalada.
Escudos olvidados de la razón desesperada, de estas guerras enclaustradas en la fortaleza de mi alma.
No hay sentido en este mundo podrido por fuera y por dentro, solo queda la hojarasca y las flores marchitas de una Primavera virginal. 

Nunca más volverán las pisadas del camino, nunca más recobrarmos la sensatez de las palabras mudas y las canciones escritas. 
Nunca más regresarán las epopeyas de estas batallas que recuerda nuestro corazón, nuestro corazón que pertenece a una patria encarcelada, entre el candil y las injusticias de una etnia podrida y olvidada por sus Dioses.
Nunca más veremos en el horizonte los amaneceres narrados, las noches enamoradas de la Luna.
Nunca más recobrarán el brillo sus espadas, ni estas manos cansadas de construir los muros de una soledad que se nos escapa. 

miércoles, 24 de abril de 2013

Hiperrealismo





Más allá de las guerras, de la Historia que se ha construído gracias a éstas. Más allá de la sangre que corre por el tiempo, más allá de los gritos, de los lamentos, de todas las cosas malas que han sido consecuencia de algo aún peor...Más allá de todas estas cosas lo que importa es si el fin ha valido para algo.

La vida es una brújula rota, una brújula que sólo nos indica el camino a seguir, pero no la dirección.
Y pensar que ansiaba libertad, pero ahora lo que quiero es encarcelarme entre tus huesos, bañarme en tu sudor, sobrevivir a base de tu aliento.
Tatuarme tus besos, hacerte viajar sin movernos de la cama, surcar el inmenso mar que nos ofrecen las sábanas. 

No tengo más palabras, tampoco se pueden equiparar a los hechos que quiero darte y demostrate.
Por lo tanto aquí me quedo, gritándole al silencio que no me hacen falta palabras para decirte lo que siento.

miércoles, 17 de abril de 2013

En tiempos de guerra





Hay personas que matan por sobrevivir, otras que matan por placer y otras que matan porque merecen el honor de arrebatar una vida.
Batallas que cuestan ganar, pero que te hacen más fuerte a la hora de la victoria.
El sonido de los aceros luchando por la sangre, el sonido de los escudos deteniendo las embestidas, los mandobles.

Puede que el mundo esté lleno de guerras sin sentido, las cuales incluso nos pueden parecer irracionales e injustas, pero en toda nuestra historia la guerra ha jugado un papel muy importante, nos hace evolucionar, replantearnos nuestra propia existencia.
Sin guerras no sabríamos lo que es la paz.

domingo, 14 de abril de 2013

Que nuestras arrugas cuenten nuestra historia




El amor se perdió en los márgenes de unas caricias ténues y entre sábanas sudadas.
El horizonte de lo que quisimos se quedó a la vuelta de la esquina, entre el bar y el videoclub de nuestra vida.
La juventud floreció y pronto se marchitó, pero el aroma de nuestra esencia quedará grabado en este árbol, sobre esta madera marrón oscuro.
Los poemas se borraron, la tinta se corrió junto a nostros.
Las palabras se las folló el viento y quedaron postradas ante la duda de lo que pudo ser.
Mientras tanto aquí sigo, pensando si fue buena idea cortar por lo sano, si fue buena idea terminar lo que nunca empezó, si fue buena idea empaquetar los besos y guardarlos en formol.
Las fotos de nuestra vida se quemaron, por el fuego de una pasión sin precedentes, por la libertad de nuestras manos y nuestros actos.
No pretendo ser pesimista, pero es que lo veo todo negro en esa habitación de hotel sin reservar.
La llave ya no entra en su cerradura y el baúl quedó olvidado en un desván lleno de polvo y pestañas sin sueños.


Al final todo termina, no sólo las relaciones, los buenos momentos, los besos, los polvos, los abrazos o las palabras. Nada perdura en el tiempo, nada es inmutable, el único rincón en el cual permanecen todos esos momentos que no queremos que terminen, es en la memoria.
 La vida es un camino que nos lleva hacia un abismo infinito y oscuro, no tenemos prisa en llegar, pero es que el tiempo es un mal aliado, es nuestro peor enemigo. 
Por lo tanto hay que vivir sin relojes, sin percepción del tiempo. Hay que vivir con la locura por bandera, hay que hacer lo que te apetezca en cada momento. Porque todo pasa, porque nada perdura excepto lo que nosotros queramos.

lunes, 1 de abril de 2013




 http://www.youtube.com/watch?v=84i7zQ_ACnU

Hay días de todos los colores posibles, pero siempre los grises son los que más resaltan. 
Hay días de todos los olores, pero los que huelen a recuerdos son los que más tiempo perduran.
Hay días de todos los sabores...

El viento trae consigo el polvo de los amores rotos, trae consigo los amaneceres perdidos, trae consigo las lágrimas cambiantes, trae consigo las miradas furtivas, trae consigo los besos esquivados.
Sin embargo aquí sigo, esperando esos atardeceres dulces, esperando esa libertad ansiada que siempre se retrasa. Porque los días se vuelven oscuros y las noches se quedan estrelladas y estampadas. Los suspiros se congelan, con las miradas palpitantes en el fondo del alma. 
Los veranos perecen antes de comenzar, la arena se resbala y cae. 
El amor se escapa por las grietas del corazón.

La vida es fácil, pero la mayoría de veces nos la complicamos sin querer. Pasa de ser un camino sinuoso a un laberinto sin salida, donde todo gira sin sentido aparente, donde hay veces que llegamos a encontrarnos perdidos. 
Las puertas no se abren, las escaleras no llevan a ningún lado, vuelta a empezar.

Solo nos quedan esas batallas que nunca terminarán, donde las espadas y los escudos se rompen, donde el valor se doblega, donde la calma se termina, donde el día gris siempre estará presente, donde el rojo de la sangre y la acidez de las lágrimas nos acompañarán hasta la muerte.