Verte tejer el viento con los suspiros, entrelazar los besos con las miradas, luchar contra cada segundo de estas despedidas amargas.
Verte sonreír con cada abrazo, con cada beso palpitante en el fondo de mis labios.
Verte matar el tiempo con caricias desprovistas de miedo o de quietud.
Todo carece de sentido, todo cobra sentido, todo es un sin sentido.
Sonreímos con la mirada, besamos con el alma y abrazamos con la esperanza.
Las puertas no se abren...ya no hace falta.
Las ventanas ya no iluminan...ya no hace falta.
Los versos ya no emocionan...ya no hace falta.
Sólo estás tú en este mundo puesto patas arriba, donde todo cobra felicidad e ilusión entre tus brazos, donde todo sabe a vino tinto, donde los suspiros son como caladas, las corridas como palabras de amor encadenadas.
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