lunes, 10 de junio de 2013

Ventanas



Contemplas cada día la misma ventana y nunca llega, nunca regresa, nunca llama.
Esa ventana llena de lágrimas empañadas, esa ventana que guarda cada llanto, cada carcajada.
Una ventana rota a base de recuerdos tormentosos y cansados.
Una ventana donde se posan las mariposas alocadas, esas que hacen que te enamores del amor una y mil veces.
Sus cristales guardan nuestras caricias, nuestros suspiros, nuestras esperanzas.

Detrás de ella no hay nada, sólo un mundo inmenso...no hay nada.
Esperamos y esperamos la tan ansiada llegada, de una sombra años borrada.
Golpeamos, gritamos, lloramos, deseamos, imploramos.

Años pensando que la solución está tras esa ventana, cuando en realidad, los sueños se cumplen atravesando la puerta y no mirando atrás. No tener miedo por lo que puede o no puede llegar, cabeza alta y sueños en mano.
No hay más, el secreto está en soñar, en luchar, en no esperar...en dejar que llegue sin más.
Y aquí estás, agarrando mi mano sin más.

Los violines tocan al compás de las sonrisas, suspiramos al son de las embestidas, sudamos junto con las sábanas. 

Y sólo queda la almohada, guardando los secretos que nos susurramos.
Guardando las promesas bajo llave.
Guardando los recuerdos húmedos.
Guardando los "te quiero" para cuando nos hagan falta.

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