Los días de lluvia me recordaban a ti,
a películas vistas en una vida inacabada, al sonido del susurro de cada palabra.
Cada gota simulaba una triste metáfora de nuestra vida,
un dulce tintineo de lo que nunca sería.
Y esto no termina, se hace cada día más fuerte,
le quitas el sentido a todos mis sinsentidos.
Hemos convertido los "te echo de menos" en la mejor forma
de decirnos...te quiero.
Y sin quererlo ya no quería dejarte de querer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario